Modernas teorías, basadas en estudios muy completos, centran la solución de la actual epidemia de obesidad en el desarrollo del tejido muscular. Consideran al músculo, además de su función motora, como órgano importante y complejo, cuya disminución es la base de las enfermedades metabólicas y de la obesidad. Multitud de estudios científicos realizados durante los últimos cuatro años afirman que la Sarcopenia (reducción de tejido muscular), es el verdadero origen del enorme aumento de obesidad de las sociedades occidentales y de los grandes problemas de salud que suponen. Steven Blair, por ejemplo, fisiólogo del Instituto Cooper para la Investigación Aeróbica en Dallas (Texas, Estados Unidos), ha hecho un seguimiento de 25.389 hombres durante 20 años y concluye que los obesos que hacían ejercicio enfermaban y morían menos que los delgados que no lo hacían. La razón de esto es que un tejido muscular sano y desarrollado metaboliza el 80% de las grasas y los azúcares de nuestro organismo. Por tanto, si permitimos que nuestra musculatura se atrofie, aumentará la resistencia a la insulina (origen de enfermedades como la diabetes) y aumentará también la grasa y la obesidad, con lo que se ocasionarán enfermedades circulatorias de todos conocidas. Además, se perderá masa ósea, favoreciendo trastornos como la osteoporosis. Los expertos que mantienen esta teoría consideran que debe considerarse al músculo como un órgano. Y la clave no sería entonces el ejercicio en sí mismo, sino mantener este órgano bien desarrollado, ya que metaboliza grasas y azúcares incluso en reposo.
Un matiz importante es que el ejercicio que debe hacerse no es ejercicio suave o aeróbico, como andar, sino ejercicios fuertes que supongan el aumento de la masa muscular: Pesas, ejercicios de sobrecarga con el propio peso del cuerpo, etc.
Es decir, todo aquello que haga músculo, adaptado siempre, por supuesto, a la edad y condiciones del paciente. Carlos Saavedra, de la Universidad Laval de Canadá, afirma que el ejercicio intenso para lograr el desarrollo muscular ha dado resultados mucho más eficaces que las dietas y los fármacos. “El tejido muscular es lo que se está enfermando en la sociedad actual y ésto genera el resto de las dolencias“, concluye.
FUENTE: Agencia EFE, 2008