La flexibilidad es un aspecto sobrestimado de la buena condición física, por esto se puede explicar el énfasis erróneo que la mayoría de personas tienen al tratar de mejorar el rango de movilidad articular. Un ejemplo muy común de esto puede ser que en algunos casos, con mayor predominio en la población femenina realizan un estiramiento extremo al practicar el ejercicio que requiere de apertura de las piernas; sin embargo, dichas mujeres no se dan cuenta del peligro de esforzar la ingle y posiblemente lesionar la cadera y es aún peor en mujeres embarazadas cuya sínfisis púbica (así como todas las demás articulaciones) están dirigidas hormonalmente hacia una mayor laxitud.
Según reportó Ellington Darden en The Nautilus a la flexibilidad y los programas de estiramiento se le ha atribuido tradicionalmente innumerables beneficios que hoy día son cuestionados, ya que se han encontrado varios estudios científicos explicando el papel que juega la flexibilidad en la prevención de lesiones y se ha encontrado lo siguiente:
• Actualmente no se puede demostrar que un aumento en la flexibilidad (rango de movilidad articular) reduzca el riesgo de presentar lesión en la mayoría de las actividades.
• Existe evidencia que demuestra que la flexibilidad extrema, especialmente hasta el grado en que exhibe laxitud en los ligamentos y las capsulas de las articulaciones, genera lesiones.
• Pueda que no sea demostrable con medidas documentadas, pero es lógico que la fuerza muscular aumentada alrededor de una articulación sea el factor más importante para proporcionar mayor estabilidad y protección.
FUENTE: Hutchins Ken. Super Slow the ULTIMATE Exercise Protocol Level I, Third Edition; 2007. The SuperSlow Technical Manual.